lunes, 20 de julio de 2009

Pikes Peak para Japon.

Como lo revelaban las últimas sesiones de pruebas oficiales, no hubo sorpresas. El microclima de Colorado Springs –siempre cambiante- es el limitador absoluto de las posibilidades que contrarresta cada año, el desarrollo tecnológico que permita llegar a las nubes en el menor tiempo posible. Los constantes cambios de la presión atmosférica son la variable sin control que condiciona, el resultado de tanto trabajo.

A las condiciones generales debió adicionarse un terreno particularmente inestable, que provocaba un patinamiento exagerado, que todos los pilotos se encargaron de remarcar. Con ello, lejos estuvieron los tiempos de acercarse a la posibilidad de bajar los 10 minutos, a pesar de una multitud de caballos de fuerza, que lejos estuvieron de galopar a fondo.

Los tiempos divididos en tres sectores del ascenso marcaron claramente que este no era el año propicio. Para peor y de acuerdo al testimonio de Marcus Gronholm, un problema con el turbo en la mitad del ascenso, complicó las posibilidades del Fiesta, que no llegó a cubrir las expectativas del
campeón del mundo.

La clase más trascendente, la que ocupa el lugar en la historia es la división sin límites. Sólo 3 de los 4 habilitados pudieron confrontar. Faltó Andreas Ericsson, el compañero de Marcus Gronholm, para pelear con Mark Renninson y Nobuhiro Tajima, el hombre del récord a batir.

Pero todos estuvieron lejos, tanto como las condiciones atmosféricas quisieron.
La prueba se divide en tres sectores y ya en el primero era evidente que no alcanzarían a la decena de minutos ambicionada.

En Glenn Cove, Tajima con Suzuki Monster era el mejor con 4m.34s.100, seguido por Gronholm a 16s. 997 y por Renninson con el Ford RS2000 de 1150 caballos a 52s.202. En el segundo split en la milla dieciséis, Tajima mantenía la mejor marca con 7m.08s.458, Gronholm lo secundaba a 25s.810 y Renninson a más de 1m.10s.

En la cima, Tajima se mantuvo como el mejor con 10m.15s.368. Gronholm fue su escolta a 13s.595, mientras el británico Renninson ubicó su Ford a 56s. de diferencia. Casi 14 segundos distanciaron al japonés del Suzuki con su récord anterior, frustrando la expectativa general, que este año, opuso de nuevo al tiempo climático contra el cronológico.

En síntesis, cuarta victoria para el japonés Tarima y promesa de retornar el año próximo para la escuadra Ford, con Gronholm incluído.

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