Una, es la reina con tiempo acotado (WRC). La otra, nació sin linaje y ahora es la princesa heredera (IRC). Así podríamos sintetizar la lucha que se inicia mañana desde Montecarlo cuando se ponga en marcha el certamen de la IRC y que contrapone no sólo dos campeonatos, sino dos filosofías que indefectiblemente serán cotejadas por el público aficionado.
Más de 22 anos sostienen la vigencia del Grupo A y sólo 3 fundamentan al IRC. La intempestiva desaparición del Grupo B en la gestión Balestre, acalló a los extraordinarios monstruos que fueron el icono de la categoría y que difícilmente vuelvan a serlo. Los primeros Grupo A que asomaron al mundo del rally aparecían lentos y pesados.
Y lo fueron sin dudas porque la expresión visual, aún cuando la jerarquía de sus pilotos era excepcional, mostraba que no había punto de referencia posible entre los pura sangre, nacidos para correr y los autos de serie, nacidos para favorecer la vida cotidiana.
La continuidad apostó al vehículo de producción general con libertades reglamentarias para optimizar perfomances, donde la evolución tecnológica se encargó de hacerlos costosos automóviles de carrera.
Una operación de orden comercial, con respaldo televisivo y negocio mediante, gestaron el International Rally Challengue, destinado casi a un ocaso previsto y por suerte no concretado. Con tres temporadas solamente, estos modelos de serie con equipamiento acotado, se asomaron al mundo deportivo salvando apenas la ropa.
Evolucionaron por el interés de los concesionarios, se sostuvieron con el interés de dos fábricas y hoy representan el futuro, con un kit de potencia y aerodinámica, de esos que los tuercas pueden comprar en los comercios. Es la muestra evidente que el rally y el automovilismo todo deben, en esta época de vacas flacas, volver a sus bases.
Asimismo, la confrontación, muestra dos sistemas de promoción diferentes y de costo diverso. Las imágenes del IRC, arriban a los medios, sobre todo europeos, casi en tiempo real, mientras que el WRC tiene sus horarios fijados, en muchos casos con horas de retardo. Para colmos, Montecarlo inicia la temporada con un operativo inédito para la categoría, que de no ser afectado por el clima, puede marcar el inicio de otra metodología de difusión.
Por último, otra exigencia reglamentaria, también contribuye a las diferencias: el WRC utiliza neumáticos monomarca y desde el año pasado el proveedor es Pirelli. En el IRC, compiten la italiana, junto a BF Goodrich (licenciataria Michelin) y Yokohama.
Lo único que se mantiene como factor común –hasta el momento- es el dominio francés: Loeb/Citroen, Vouilloz/Peugeot. A partir de mañana, se inicia la lucha por el cambio.
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